Trastornos del sueño

Trastornos del sueño
De acuerdo al documento, el sueño y sus trastornos en los niños (Viatusalud, 2004), citado por Acevedo, A. et, al. (2006) el sueño es considerado como una necesidad universal del reino animal, aun cuando la variedad de longitud y profundidad es diferente en cada especie. El sueño ayuda a los seres vivos a restablecer la energía corporal luego de las fatigas del trabajo diario; además, evita el cansancio excesivo.
El sueño manifiesta, no obstante, distintos trastornos, entre los que Jones (2004) & Viatusalud (2004), por Acevedo, A. et, al. (2006) mencionan los siguientes:
- a) Disomnias, que son alteraciones en la cantidad del sueño y que se pueden definir como la dificultad para conciliar el sueño (insomnio) o para mantenerse despierto (hipersomnia).
- b) Parasomnias, o alteraciones en la calidad del sueño, entre las que se encuentran los siguientes tipos:
- Alucinaciones, que son frecuentes en niños de 6-15 años. Las alucinaciones más comunes son de tipo visual o de carácter auditivo. Tienen relación con vivencias del día anterior, como películas, lecturas, televisión y otras. Por lo general, no se guarda recuerdo de ellas al despertar.
- Bruxismo o rechinamiento de dientes.
- Mioclonías de adormecimiento o contracturas musculares no reprimibles, por el control voluntario, breves, rápidas, inesperadas, que afectan al cuerpo entero y producen sensación de caída.
- Rítmicas del adormecimiento, que son movimientos de la cabeza que va de un lado a otro en un niño acostado boca arriba, que a menudo se acompañan con un canturreo.
- Sonambulismo o ambulación nocturna, inconsciente, recidivante y no recordable.
- Somniloquia, que consiste en decir palabras o frases incoherentes, casi siempre relacionadas con vivencias del día anterior, sin agitación manifiesta.
- Terrores nocturnos, cuyas características son un despertar brusco con gritos de pánico, sentarse en la cama atemorizado y con aspecto alucinado, sudor frecuente, palidez, respiración agitada y taquicardia.
- Pesadillas, que son ensoñaciones recordables relacionadas con situaciones amenazantes de películas, brujas, monstruos y demás.
- c) Trastornos funcionales de la conducta del sueño o trastornos de adormecimiento que acontecen de las siguientes maneras:
- Rechazo o negativa de irse a la cama, manifestado como miedo y excusas para retrasar el momento. Su fundamento parece estar en la “angustia de separación” de sus seres queridos o en el miedo a la oscuridad. En muchas ocasiones, los menores demandan que los padres los acompañen y organicen rituales, manipulando así el ambiente.
- Rituales al acostarse, como tomar algún objeto como amuleto, sin el cual no se puede dormir; apagar la luz o bajar las persianas
Papalia y Wendkos (1998), citados por Acevedo, A. et, al. (2006) refieren que los hábitos constituyen una parte importante en la vida de las personas y que se aprenden a temprana edad. Es en la edad escolar cuando el niño adquiere el pensamiento lógico; es una etapa de constructivismo o industria, según Erickson, en que se desarrolla el potencial físico y surgen sentimientos superiores con los que el niño se integra a la escuela y a la sociedad. La importancia de los hábitos adecuados ―como acostarse al menos dos horas antes de la media noche― hacen que su crecimiento y desarrollo sean armónicos, pues la hormona de crecimiento es liberada en su plenitud en la media noche y durante el sueño profundo.
Bibliografía:
Fregoso, A. C. A., Sánchez, C. C., Fernández, P. H., de Meneses Salazar, C. T., & Guzmán, J. M. (2006). Aplicación de economía de fichas en un caso de trastorno en el patrón del sueño. Enseñanza e investigación en Psicología, 11(1), 177-184.