Mutismo Selectivo ¿Qué es?
Muchos niños que son habladores en el hogar, tienen dificultad para hablar en entornos públicos o en la escuela. Cuando esto sucede y los niños no pueden hablar con ciertas personas o en ciertos entornos pueden tener un trastorno de ansiedad llamado mutismo selectivo (SM).
¿Qué es el mutismo selectivo?
Un niño con SM puede presentar una afectación importante en su vida social, ya que su silencio puede malinterpretarse en contextos como el aula de clases. La incapacidad para hablar puede evitar que los niños pidan ayuda cuando la necesitan, como decirle a su maestro que necesita ir al baño.
Un niño con este trastorno puede durar mucho tiempo sin hablar, con sus otros compañeros o maestros. Suele confundirse a estos chicos con personas tímidas; pero será necesario buscar acompañamiento profesional para atenderles a tiempo.
Señales del Mutismo Selectivo
- Hablar normalmente en casa, pero volverse completa o parcialmente no verbal alrededor de extraños.
- Incapacidad para hablar incluso con personas conocidas, ante la presencia de un extraño.
- Dificultad para hablar con sus compañeros de escuela.
- Parecer estar “cerrado” o “paralizado” en situaciones sociales.
- Tendencia a usar gestos, expresiones faciales o movimientos de la cabeza, en lugar de la comunicación verbal.
Tratamiento:
El SM puede ser muy tratable con la atención adecuada. Una terapia favorable es la terapia conductual que se centra en ayudarles a aprender a hablar en entornos nuevos, durante actividades nuevas y con personas nuevas.
Si le preocupa que su hijo pueda tener mutismo selectivo, debe dirigirse a su entidad de salud, pedir revisión y evaluación integral, que establezca un diagnóstico.
Luego de tener un diagnóstico claro, debe buscar un acompañamiento profesional que permita al niño empezar a aminorar su ansiedad, y para ello la red de apoyo familiar tendrá que participar activamente en la vida del menor.
Consejos para ayudar a los niños a hablar:
- Espere 5 segundos. Darle tiempo sin repetir la pregunta ayuda a los niños a tolerar su ansiedad.
- Use elogios etiquetados. En lugar de decir simplemente ¡Muy bien!, sea especifico y diga: ¡Muy bien, nos dijiste que querías jugo!. De esta manera los niños saben por qué los elogian y se sienten motivados.
- Reformule la pregunta. En lugar de hacer preguntas que pueden responderse con un simple sí o no, asintiendo o negando con la cabeza; haga preguntas abiertas, en donde el menor deba contemplar otras opciones.
- Practique hacerle eco. Repita o parafrasee lo que dice la niña o el niño. Esto le fortalece y le hace saber que ha sido escuchado y entendido.
