Testimonio: Abuso Sexual en la Infancia “Mi Calvario”
“Mi abuelo y mi tío abusaron de mí durante mi niñez y adolescencia, recuerdo que ambos decían que era un secreto entre nosotros”.
Hola mi nombre es Sara y esta es mi historia:
Mi madre me tuvo a muy corta edad y mi abuela me robó de los brazos de mi madre, por lo tanto fui educada por mis abuelos; desde temprana edad ellos me enseñaron a odiar a mi madre porque decían que ella me había abandonado.
Mi madre tuvo 3 hijos más, a los que crecí odiando porque tenían lo que yo no pude tener (su amor y atención).
En mis recuerdos permanecen mi primer abusador, mi tío, no entraré en detalles de esto porque considero que no es necesario, pero él fue mi primer golpe a la inocencia, fue la primera invasión a mi privacidad e hizo que viera normal todo lo que vendría después, mi segundo abusador (mi abuelo y padre de crianza).
Sufrí abuso sexual infantil desde muy corta edad el cual duró durante toda mi niñez/adolescencia. Aún recuerdo que mis abusadores me decían que era un secreto y que me querían.
Además sufrí de maltrato físico, psicológico, abandono paterno y tuve una educación muy rígida marcada por la religiosidad extrema que me aplastaba cualquier intento de alegría o manifestación positiva. Sus armas para educar eran un palo, correas, un caldero, cuerdas y muchos golpes que hacían mi sufrimiento mayor.
No podía estudiar porque vivíamos en el campo y siempre estábamos de finca en finca. Vivía con un primo que también estaba siendo criado por mis abuelos, éramos muy unidos y me protegía mucho. Exactamente no recuerdo cuándo ni cómo empezaron mis abusos pero se dieron paralelamente.
Los abusos de mi tío terminaron cuando se casó, pero los abusos de mi abuelo continuaron a pesar de él seguir casado con mi abuela, ella no sabía, pero cuando decidí contarle, no me creyó. Así que seguí siendo la muñeca sexual de mi abuelo hasta que mi primo se dio cuenta.
Cierto día cambiamos de lugar en el dormitorio y obtuvimos pruebas para confirmarle a mi abuela lo que estaba pasando. Esto sirvió para que mi abuela me sacara de la casa, pero fue tarde porque el daño ya estaba hecho. Cuando tuve conciencia de lo que me había pasado, empezó mi calvario.
PARTE 2 (EL CALVARIO)
Cuando supe cómo mi cuerpo había sido violentado de inmediato intenté suicidarme, tomaba todos los fines de semana, me sentía sucia, culpable ,deprimida y me exponía a situaciones con hombres no llegando a tener relaciones sexuales pero si me dejaba tocar mi cuerpo, el cual sentía que ya no valía nada y que estaba a disposición de cualquiera. Me sentía sola, era muy agresiva, trabajaba todo el tiempo no consumí drogas pero si tomaba mucho, lloraba constantemente y trataba de mantenerme ocupada con cualquier cosa.
Nunca terminaba ningún estudio que empezaba, vagaba todo el tiempo y salía corriendo a media noche muy ansiosa.
Segundo intento de suicidio:
Sentía que mi vida no valía nada sobre todo cuando en mi familia se enteraron del abuso, obviamente nadie me creyó y todos me señalaron como la única culpable. Me llamaron mentirosa, tristemente siempre el abusador es justificado y la víctima señalada.
Mi abuela se quedó callada y no confirmo, pero tampoco desmintió mi versión. Con el tiempo supe que solo le contó a dos de mis tíos por que solo ellos me creen; debo decir que mis relaciones eran un completo desastre ya que quería a alguien en mi vida, pero no quería que me tocaran así que todo hombre que llegaba a mi vida, se iba.
De vuelta al infierno:
Me llevaron de vuelta a casa perdón infierno ya que eso era eso para mi ya yo me había formado y tenia el cuerpo un poco mas desarrollado mi abuelo me saludó y pasó la lengua por mi oreja y dijo que me extrañaba. Sentí mucho miedo y asco, esta vez estaban mis tías en casa, pero él aprovechaba cualquier momento para tocarme y decirme cosas.
Tercer intento de suicidio:
Por mucho tiempo sobreviví a las secuelas del abuso pero llega un momento de tu vida que haces explosión y a mí me llegó ese momento. Asistí con muchos psicólogos y siempre dejaba las terapias a medio camino, nunca terminé ninguna sea por pereza o siempre encontraba alguna excusa para dejarlas y solo quería acabar con el dolor, así que un día intenté tirarme de un edificio, me sentía muy mal pero no se por qué en ese momento pensé en mi mamá y en lo triste que iba a quedar si yo tomaba esa decisión.
Ya para esa fecha mis abuelos habían muerto y yo ya vivía con mi madre aunque nuestra relación era muy conflictiva porque yo la culpaba a ella del abuso y del abandono. Busqué nuevamente ayuda psicológica y después de varia sesiones abandoné.
Ni qué decir de mi relación con Dios (lo odiaba, lo retaba y había cortado mis lazos él hacía años) yo era muy amargada, agresiva y siempre estaba a la defensiva, odiaba a todo el mundo y sentía que debía castigarlos a todos.
Mi senda hacia la salvación
Empezó hace tres años y algunos meses, me encontraba realizando uno de mis tantos cursos inconclusos esta vez era A.I.P.I (Atención Integral de la Primera Infancia) me toco un seminario que me envió nuevamente al infierno y también me toco escuchar el testimonio de varias compañeras abusadas y eso me hizo caer nuevamente en depresión y pensar nuevamente en el suicidio.
Busqué ayuda con la psicóloga de la institución educativa y asistí a varias terapias que me hundieron más en el fango de la depresión esta psicóloga me remite donde la Dr. Linda Rave debo decir que la primera vez que llegué al consultorio de la Dr. Linda estaba totalmente destrozada, sin muchas expectativas solo pensaba en una o dos terapias y salía huyendo como siempre que me tocaba hablar del abuso y eso me deprimía más.
Pero a diferencia de otros psicólogos la Dr. Linda Rave primero arregló mi parte espiritual que estaba totalmente rota, como dije anteriormente, me hizo caer en cuenta que el abuso sexual no fue mi culpa, que seguía siendo una mujer muy valiosa y fuerte y que, aunque me iba a tomar mucho tiempo, terapias, lagrimas iba a poder recuperar mi vida ¿iba hacer fácil? No, ya que mi cuerpo y mi alma llevaban mucho tiempo rotos e iba a tomar mucho tiempo repararlos.
Así fue como empezó mi proceso de sanación que ya cumple tres años y algunos meses en este tiempo de la mano de la Dr. Linda Rave me ha tocado perdonar, escribir, coser y descoser, llorar y mucho, traer recuerdos de mi maltrecha infancia.
Lo primero que hizo la Dr. Linda fue arreglar mi parte espiritual ya que yo no quería saber nada de Dios que para mí no era nada y al que odiaba con todas mis fuerzas.Un día en la terapia la Dr. Linda me mando a leer un material el cual hacia parte de ese proceso de sanación llamado CAMINO HACIA LA SANACIÓN y en ese libro encontré las respuestas que hace mucho tiempo buscaba.
Un día, mi niño interior estaba haciendo una carta y estaba escuchando una canción de Marcela Gándara llamada “Supe que me amabas” y a Lilly Goodman con su canción “Al final” y en ese momento no sé por qué, pero lloré muchísimo y sentía una enorme opresión en mi pecho y lloré como nunca había llorado, caí de rodillas y seguí llorando y le pedí perdón a Dios por todas las veces que atenté contra mi vida y ese día jure nunca más volver a hacerlo.
Ya había dado el primer paso en la terapia (mi reconciliación con Dios.
Ahora veo nuevamente el sol y veo la vida con otros ojos, me perdoné y perdoné a las personas que casi destruyen mi vida, pero aún me falta una prueba adicional, pero siento que estoy preparada para enfrentarla.
Aún sigo en terapia y tengo muchas cosas por trabajar en este arduo y largo proceso, ha sido largo y muy duro, pero sé que podré salir adelante y recuperar mi vida por completo con la ayuda y el apoyo de la Dr. Linda lo estoy logrando.
Mi vida se divide en un antes y un después de la terapia y puedo decir que de todos procesos psicológicos iniciados este ha sido el más exitoso y el que me ha dado mejores resultados hasta la fecha.
Hasta yo me he quedado sorprendida de no haberlo abandonado y debo decirlo me siento muy orgullosa de mis avances, es que miro hacia atrás y no puedo creer que yo esté escribiendo este testimonio para ayudar y dar esperanza a quienes inician este proceso o estén pasando por esa angustia del abuso sexual infantil.
“Soy una sobreviviente del abuso sexual infantil”
Este testimonio es para dar fe y mi testimonio es cien por ciento real y no lo digo como víctima sino como sobreviviente de abuso sexual infantil.
Sé que allá afuera hay muchas víctimas de abuso sexual y sienten que ya su vida se acabó y no tienen esperanza, sienten culpa, asco, vergüenza, miedo, angustia, autocompasión, etc. A través de mi testimonio les quiero enviar un mensaje de esperanza y decirles que somos muy valientes al buscar ayuda a pesar de estar heridas y muy lastimadas.
La Dr. Linda es un ángel que Dios puso en nuestro camino para ayudarnos en este arduo y largo proceso darnos esperanza cuando sentimos que hemos perdido todo y ayudarnos a recuperar nuestras vidas darnos la posibilidad de seguir adelante no es fácil buscar ayuda y mucho menos mantenerse en el proceso, pero ella siempre esta ahí brindando su apoyo a la hora que la necesitemos con su voz llena de esperanza y sus útiles consejos que nos llegan al corazón y nos hacen recuperar nuestra fe.
Este es mi testimonio y espero les sirva de motivación y veamos que mientras existan ángeles como la Dr. Linda siempre habrá esperanza de recuperar nuestras vidas después de casi haberla perdido.
Les mando muchas bendiciones