¿Qué programas de televisión no deberían ver mis hijos?
El entretenerse viendo televisión, en redes sociales, juegos online es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en los jóvenes de hoy.
De acuerdo a un estudio realizado por la consultoría internacional SUPERASOME, después de la contingencia generada por la covid-19, los niños, niñas y adolescentes estadounidenses aumentaron su tiempo frente a pantallas en un promedio de 2,5 a 3 horas. En cuanto a la situación en Colombia, según un estudio por Tigo sobre el uso del internet el promedio de niños entre 9 y 16 años fue de 5 horas diarias frente a sus pantallas y en adolescentes de 16 años un promedio de 7 horas diarias.
Las cifras son significativas teniendo en cuenta que aunque estos medios permiten informar y entretener su contenido no siempre es de beneficio para estas poblaciones.
Desarrollo cerebral, tv y video juegos
El desarrollo neurológico y emocional del niño es distinto al del adulto. La maduración cerebral finaliza alrededor de los 18 a 20 años y este proceso cortical ocurre gracias a las áreas prefrontales que son las últimas en madurar. La corteza prefrontal juega un importante papel en funciones cerebrales superiores como la cognición, el control de la conducta, la reflexión, el juicio; entre otras.
La pediatra y neuróloga chilena Valeria Rojas argumenta que:
“En niños menores de 5 años existe una marcada capacidad de fantasía y perciben las imágenes de la TV como reales y verdaderas. A diferencia del adulto, antes de los 10 años la capacidad de razonamiento crítico y relacional está limitado. Por lo anterior los menores de 10 años no deberían estar expuestos a telenovelas ni noticieros de TV cuyo sensacionalismo y crudeza de imágenes pueden provocar trastornos del sueño y miedos que alteran su diario vivir. Como alternativa podrían acceder a noticias a través de medios escritos que tienen un impacto emocional menor que la “pantalla”. De igual manera; en la adolescencia se vive una etapa de desorganización de la personalidad e inestabilidad de conductas. Para el adolescente la necesidad principal es encontrarse a sí mismo y autodefinir la identidad.
No obstante; es de conocimiento público que muchos programas actuales carecen de contenido valórico y no responden a las necesidades e interrogantes propias de las edades de infancia y adolescencia. Esto lo demuestra el marcado consumo de sustancias psicoactivas, el inicio de una vida sexual a temprana edad, entre otras problemáticas.
Es recomendable evitar para los menores contenidos de violencia, escenas de sexualidad no aptas para su edad, programas sensacionalistas, series o cortometrajes de terror con escenas de muerte y de extremo suspenso, películas que generan idealizar aspectos como el amor, la adquisición de dinero, la amistad.
Se sugiere reemplazar esos contenidos por otros que tengan una finalidad propia de los valores y los hábitos que quiere promover la familia.