La psicoterapia infantil permite identificar aquellos factores que generan alteraciones en la conducta de los niños y niñas, además de desarrollar las estrategias adecuadas para su manejo emocional y comportamental, teniendo en cuenta los diferentes hitos del desarrollo y las variables como la edad y la cultura.
El psicoterapeuta crea un entorno protegido, por medio de un vínculo sólido a través de actividades y juegos prácticos que favorecen un diagnóstico acertado y los tratamientos pertinentes para cada caso específico, ayudando a un correcto tratamiento para los niños y una adecuada psico-educación para los padres, los cuales son parte importante en este proceso, el cual se desarrolla mediante un trabajo en equipo; donde la familia, el psicoterapeuta y el niño trabajan en una sinergia, enfocados a los objetivos propuestos.
Si como padres sienten que su hijo “se les sale de las manos”, no están solos, la terapia infantil puede ser el mejor aliado en el proceso educativo.